lunes, 28 de noviembre de 2011

El poder de la canción

Por Martin Myers para Twitrock

Aunque el sol ya se fue a la cucha, el calor no afloja. Sábado a la noche, y la muy alfombrada Sala Polivalente del Pasaje Dardo Rocha se llena de un público que escudriña el techo, esperanzados en la búsqueda de un ventilador redentor que porfía en su ausencia.Noche de abanicos improvisados y nervios al rojo vivo, con un Spinetta susurrando de fondo mientras esperamos a los muchachos de Decuajo y su promesa de un vientito refrescante hecho puñado de canciones, disco nuevo bajo el brazo, colorido primogénito.

Decuajo
Mienten desenfado estos dos pibes que entran como si tal cosa, que se instalan en el agujero de luces que hace las veces de escenario, que afinan rapidito y ya están saludándonos y tartamudeando gratitudes. El falso desparpajo que conocemos todos, esa tensa calma que suele sobrevolar antes de los primeros acordes, que se deshace en jirones ni bien la música va tomando forma y se entibian las gargantas. Todavía retumba el eco de las primeras canciones y los que estamos de este lado de las luces vamos intuyendo que la recepción spinetteana no tuvo nada de casual, porque hay un Luis Alberto bailando en las voces de Matías Monzón y Fran Muñoz, hay un gustito almendrado saltando de nota en nota, con cortes y firuletes que surgen de improviso en el recodo menos pensado, la delicada filigrana de unos arreglos que hablan de mucho ensayo, pero sobre todo de un talento enorme.

con Fernada Lopez Camelo y Joaquin Caminos
Sorprenden las composiciones en si mismas, el ensamble perfecto de las dos guitarras, la convivencia armónica de las voces… pero sorprende también el repertorio y el desfile de músicos invitados. Despunta la presentación y ya se acomoda Pablo Torinetti detrás del teclado para redondear una canción inédita de Ámbar, banda en la que milita junto a Matías Monzón. Después vendrá Nicolas Raffino, compañero de Fran Muñoz en Argonautick y responsable de los más soberbios arreglos de teclas que nos ha regalado el rock local en este año que se escapa. Y sigue la procesión con Edu, ciclópeo guitarrista de la muy recomendada Ave Tierra, el cajón espasmódico de Joaquín Caminos –La Selva de Miguel-, y el susurro alado de esa pequeña gran intérprete que es Fernanda López Camelo, versionando primero a The Beatles y luego a ella misma.

con Eduardo Mauro de Ave Tierra
Avanza la noche y se opera el milagro, porque aunque el termómetro sigue en rojo y los dos pibes con guitarras se bañan de luz y de sudor, los que estamos ahí sentados nos hemos dejado olvidado el bochorno a mitad de camino. Sonríe la dupla musiquera mientras toca y canta sus últimas estrofas preludiando un final lleno de abrazos tan pegajosos como felices, contagiados de una alegría que se ahorra las conclusiones eufóricas e invita a mirar hacia adentro.

Fotos gentileza de Alfredo Contigiani

Fuente: http://www.twitrock.com.ar/noticias/decuajo-%E2%80%93-el-poder-de-la-cancion.html

Mas fotos: http://www.facebook.com/media/set/?set=a.2653260812843.145077.1295487226&type=1

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